FUE HORRIBLE

Entonces, citó a Benjamín en una conocida cantina de Insurgentes el sábado pasado por la mañana. Se sentó y ella le pregunto. Benjamín, te satisfago sexualmente. Benjamín no supo que contestar. Ella se paró y se marchó. Él corrió detrás de ella, y le pidió que no se fuera, ella le dijo, tu mirada lo ha dicho todo.

La siguió a su casa, su padre estaba ahí. Sobra decir que se encontraba borracho, ebrio como era su costumbre. Desde que ella tiene memoria recuerda a su padre haciendo desfiguros, tirado en la puerta de las cantinas, golpeando a su madre, gritando insultos a los peatones y claro, tratando de abusar de ella.

No le importó que el padre de ella estuviera ahí, se siguió de frente y la alcanzó en su cuarto. El cuarto, con una litera, lo compartía con su hermana, la decoración lamentable, triste, una alfombra color camello, una cama con un edredón rosado, peluches por todos lados, en el tocador un cepillo lleno de pelos, un tarro de vaselina y un plato todavía con residuos de la cena del día anterior, el olor era insoportable. Pañuelos desechables indundaban el bote de basura.

Entonces Benjamín sintió insoportables ganas de ir al baño. Siempre le había pasado que en momentos de extrema tensión no podía controlar sus ganas. Sintió un calambre que recorrió su cuerpo y corrió al baño, el baño, no tenía puerta, tenía solo una cortina, estaba al final del pasillo.